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viernes, 10 de junio de 2016

Llegó el buen tiempo. Llegaron los... "bichos".

Esta semana inauguro mi Blog profesional. ¡Bienvenid@s! Y comienzo esta andadura informando sobre los parásitos y cómo luchas contra ellos por el bien de nuestras mascotas (y también de nosotros y nuestra familia). Porque empieza definitivamente el calor y ahora es el momento. Si queremos tener a nuestras mascotas bien protegidas frente a los temidos parásitos externos, hemos de procurar utilizar los productos adecuados y de la manera correcta. Pulgas, garrapatas, piojos, mosquitos… multitud de insectos inician sus ciclos biológicos cada primavera y se extienden prácticamente hasta finales de otoño. En algunas zonas incluso durante todo el año.

Hoy en día el abanico de productos disponibles en el mercado es inmenso, con distintos formatos para adaptarse a nuestras necesidades, a las características de nuestros animales y a su hábitat: pipetas, collares, champús… Pero ¿cuál es el más adecuado? El producto elegido, sea cual sea su presentación, ha de ser de buena calidad aunque, efectivamente, eso suponga pagar un poco más. Creedme, el precio marca la diferencia en este caso (como en casi todos) y no se puede esperar gran cosa sin cierta inversión. En plena temporada, merece la pena hacer el esfuerzo y protegerles DE VERDAD.

El riesgo es para todos, animales y personas. No es sólo una cuestión de higiene, es una cuestión de salud. Las garrapatas transmiten enfermedades de diversa consideración, pero casi todas ellas de carácter grave y, al igual que "pican" a nuestras mascotas, pueden hacernos lo mismo a nosotros. 

Los mosquitos tienen a su representante estrella, el Phlebotomo -vector transmisor de la Leishmaniosis, enfermedad grave-  que también pueden sufrir tanto nuestros compañeros como nosotros mismos. Ojo: nuestra mascota enferma no supondrá un riesgo mayor para nosotros que cualquier otro animal enfermo. La Leishmaniosis no se transmite por contacto, necesita un intermediario para hacerlo. Cierto es que nuestro sistema inmune lucha bien contra ella, pero en inmunodeprimidos, ancianos y niños el riesgo se eleva.

Por eso, MEJOR PREVENIR QUE CURAR y el gesto es bien sencillo: elegir un buen producto y usarlo bien. Hablemos un poco de cada uno de ellos:

-Champú: Como medida higiénica a corto plazo y en casos de presencia de parásitos es efectivo. Sin embargo, su capacidad protectora no supera las 24h, con lo que más que un método de prevención sería más bien un complemento a otros más duraderos y efectivos.

-Pipetas: Prácticamente la totalidad de las pipetas que existen actualmente tienen una duración de 4-5 semanas máximo. Es importante cumplir los plazos. Estos productos son los denominados "spot-on" y se administran sobre la piel, separando bien el pelo y aplicándolos en uno o varios puntos a lo largo de la columna vertebral (según el volumen de líquido correspondiente a cada peso de la mascota). Para garantizar su buena fijación al tejido subcutáneo conviene separarlos entre 24/48h del baño -yo recomiendo mejor las 48h-. Las hay contra pulgas, garrapatas y piojos, y hay otras que incluyen además protección contra el mosquito de la Leishmaniosis, los ácaros, algunos parásitos internos, etc. Según la zona en la que habite tu mascota, habrás de actuar en consecuencia y adaptarte. El efecto de las pipetas es rápido (a las pocas horas de administrarlas) con lo que son una buena opción en caso de parasitosis ya existente.

-Collares: Tienen la ventaja de ser los productos que más duran y nos permiten "olvidarnos" de los parásitos por un tiempo. Pero ha de ser un buen collar. Suelen durar de 3 a 8 meses -según marcas- y tienen distintas coberturas, al igual que las pipetas y, tal como pasa con éstas, el tipo de collar a escoger dependerá de la zona y el hábitat. Normalmente su efecto tarda algo más, por lo que en caso de presencia de parásitos no es la primera elección, puesto que antes de una semana no logran su máxima concentración y efecto.

-Comprimidos: La medicina veterinaria avanza a pasos agigantados y no paran de crearse nuevas moléculas de antiparasitarios externos de administración oral y con gran eficacia. Estos nuevos productos vienen muy bien en caso de resistencias a otros más antiguos ya usados. El comienzo de su efecto también es muy rápido (incluso en 1 o 2h postadministración).

Mi recomendación como veterinaria es valorar en qué zona estamos, la presencia de ciertas enfermedades endémicas que puede haber en ella y el entorno real en el que nuestra mascota desarrolla la mayor parte de su vida. Si por ejemplo está prácticamente todo el día en un jardín o en el campo, tendremos que extremar las precauciones e incluso combinar varios de estos productos.

Además, es crucial comprender que aunque el antiparasitario elegido sea de calidad, ninguno es 100% efectivo y debemos revisar habitualmente a nuestros pequeños amigos. Seguro que esas caricias y sobeteos les encantan... Y desde luego, un buen baño cuando el calor aprieta ¡siempre se agradece! Pregunta a tu veterinario todas tus dudas y te ayudará a decidir qué antiparasitario es el más conveniente para tu caso en particular.


Amaya Quirós

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